La reconocida directora peruana Claudia Llosa nos regala una historia con sabor a literatura: Distancia de rescate, una película que reúne a mujeres de diferentes nacionalidades para hablar sobre la maternidad y los misterios de las zonas rurales.
A simple vista, esta película tiene un argumento que resulta bien atrapante: una voz en off nos va conduciendo a lo largo de los confusos sucesos de la vida de Amanda, y poco a poco nos vamos dando cuenta de que algo terrible está pasando. Las ansias de saber qué es lo que realmente acontece en el pueblo agrícola donde vive, aparentemente tan tranquilo, retiene la atención hasta del espectador más impaciente.
La directora maneja muy bien ese ritmo de revelar paulatinamente las claves para entender el misterio y, al mismo tiempo, ahondar en la psique de las protagonistas. No es fácil combinar estas dos cosas, pero Llosa lo hace muy bien, haciendo que nos identifiquemos con los miedos comunes, como un ser sobrenatural; y con los miedos (más viscerales) de las madres, como el de perder a sus hijos/as.
Hay que destacar el trabajo actoral de Dolores Fonzi y María Valverde, sobre todo el de esta última, quien carga con el peso de toda la trama. Logran transmitir las emociones de amor, soledad y desesperación sin salirse de la atmósfera taciturna en la que se desenvuelve la película. Asimismo, la adaptación de la novela que dio origen a esta historia al lenguaje cinematográfico es bastante lograda, aun más considerando lo desafiante que puede llegar a ser adaptar un libro de esta naturaleza.
Si bien no es el tipo de película hecha para hacer que el espectador se asuste, esta es una buena opción para cuando quieras ver algo de terror psicológico hecho en nuestra Latinoamérica.