Ganadora de la Palma de Oro en Cannes y nominada a 3 Oscars, ‘Triangle of Sadness’ no busca criticar a la clase alta en específico, más bien, indaga de la manera más irónica y burlona en el poder que uno tiene sobre los demás y la falsa sensación de igualdad. Está en Prime Video.
Después de triunfar en Cannes ‘17 con ‘The Square’, una crítica a la banalidad de la burguesía y el arte contemporáneo, Ruben Östlund vuelve a conquistar el Festival de Cannes ‘22 ganando la Palma de Oro con su nueva película ‘Triángulo de la Tristeza’, consagrándose como uno de los 9 únicos directores en la historia que han ganado 2 Palmas de Oro. Ahora, va por los Oscars con 3 nominaciones incluido Mejor Película. Todo un éxito.
Östlund regresa con otro comentario social, ya no criticando ni ridiculizando específicamente a la clase alta como se suele hacer en este tipo de películas, más bien se burla de cualquier agrupación demográfica social, económica y política. Su finalidad es crear una sátira que pone bajo la lupa a nuestra sociedad, alimentada por el poder sobre los demás y la superficialidad. Todo esto pero de la manera más sarcástica y divertida posible.
No se trata de dinero, sino de poder
Últimamente se ha hecho popular la frase “Eat the Rich”, que se traduce como frase para mostrar desdén y repudio a las clases altas millonarias. Esta tendencia ha influenciado bastante en el contenido audiovisual del 2022, con películas y series que tratan sobre esta crítica social como ‘The Menu’, ‘Glass Onion’, ‘White Lotus’ y ‘Triangle of Sadness’, la que a mi opinión, es la mejor de este tipo.
Lo usual en este nuevo género de anti-ricos es retratarlos como los tontos o malos de la historia además de reprochar sus innumerables privilegios. Esto a veces resulta en una especie de sermoneo que todos ya conocemos. Por eso, ‘Triangle of Sadness’ aborda más capas al tema social, yendo más allá de la única idea de que el dinero es igual a poder y más bien se plantea por qué el dinero es poder. Además de mostrar cómo la superficialidad de la belleza y bienes también ejercen un poder sobre otras personas.
Como consecuencia de esto, la mirada crítica no es exclusiva hacia la gente adinerada. Östlund se burla de todos por igual, ricos y pobres, empleados y empleadores son indistinguibles, solo que ubicados en posiciones de poder distintas, donde todos quieren y buscan el poder para atesorarlo cuando lo tienen.
“Un capitalista ruso y un comunista estadounidense, en un yate de $250 millones”
Lo más probable es que muchas personas al leer de qué va esta película y cómo es otro comentario social, la tilden de pretenciosa y aburrida. Para evitar ser catalogada como sermoneo, Östlund toma la decisión de aligerar los temas tan densos que toca mediante el humor negro, caricaturizando muchas de las actitudes de sus personajes y llenándola de momentos y frases irónicas (como la del subtítulo) que al mismo tiempo, invitan a la reflexión.