Ni la ganadora del Oscar Laura Dern, ni el legendario Sam Neill, ni el excéntrico y siempre carismático Jeff Goldblum, pudieron darle un digno cierre a una saga de películas conformada por dos trilogías que se parecen mucho: su primera entrega es la mejor, la dos no tanto y la tres es la peor. Jurassic World: Dominion es decepcionante.
Los dinosaurios nunca pasarán de moda. En serio, nunca. Allá por 1993, un joven Steven Spielberg estrenó Jurassic Park, y no solo marcó un hito en el cine de ciencia ficción con la construcción de enormes dinosaurios animatrónicos tamaño real, sino que su éxito en cines la convirtió en la película más taquillera de la historia en esa época. La banda sonora de John Williams, tres actores del momento y una gran trama, la hizo acreedora de 3 premios Oscar. Y eso es todo. Sus secuelas y la nueva trilogía han generado mucho dinero, sí, pero ninguna superó a la primera en nada.
Antes de ir al estreno de Jurassic World 3, me animé a ver la película de 1993 por enésima vez para refrescar la memoria y poder captar algunos guiños que seguramente se iban a hacer. De verdad recomiendo que la vean antes de ir. Estamos en la era de las secuelas, de los multiversos y de la nostalgia. Justamente, esta película utiliza esa fórmula para intentar batir récords en las taquillas del mundo. Aunque en Estados Unidos recién se estrena este viernes, las críticas mixtas recibidas no han frenado su recaudación.
Esta nueva entrega se sintió forzada en todos los sentidos. Intenta contar dos historias en paralelo para luego conectarlas épicamente, pero no lo consigue. Las historias son aburridas, poco interesantes y con mucho relleno. No eran necesarias las casi dos horas y media de metraje. En todo caso, pudieron haber agregado más escenas de dinosaurios.
Es agradable ver a Chris Pratt, Bryce Dallas Howard y a los “originales” interactuar, pero cuando llevas casi dos horas sentado y no ha salido prácticamente ningún dinosaurio, entonces te preocupas. Claramente, esta secuela tiene a los dinosaurios en segundo plano. Hay más tomas de insectos gigantes, en fin.
Sus primeros 30 minutos al igual que los 30 finales, fueron los más entretenidos de la película. Enormes bestias con efectos de última generación, una pelea final emocionante y un epílogo adecuado que te hace reflexionar por unos minutos. Pero incluso en sus mejores momentos, el filme deja mucho que desear. Si nos ponemos algo más técnicos, hay secuencias de acción mal editadas sin continuidad y otros efectos no terminados.
Ni la ganadora del Oscar Laura Dern, ni el legendario Sam Neill, ni el excéntrico y siempre carismático Jeff Goldblum, pudieron darle un digno cierre a una saga de películas conformada por dos trilogías que se parecen mucho: su primera entrega es la mejor, la dos no tanto y la tres es la peor.
Si eres un fan acérrimo de la franquicia, aún con todos sus errores e imperfecciones, saldrás de la sala con una inexplicable sonrisa porque viste a Ellie, Alan y al doctor Malcolm, después de casi 30 años. Y por el hermoso cierre que le dan Blue. Yo salí agotado, quizás no fue tan buena idea verla en 3D, pero si hay algo que puedo afirmar con seguridad es que apelar a la nostalgia, es y seguirá siendo, el futuro de la industria comercial del cine. Mi puntaje para Jurassic World Dominion: 6/10.