‘Aún estoy aquí’ estuvo nominada a 3 premios Oscar, llevándose el de Mejor Película Internacional con un relato basado en hechos reales: el secuestro y homicidio de Rubens Paiva en Brasil.

La ganadora a Mejor Película Internacional fue dirigida por Walter Salles y protagonizada por Fernanda Torres, quien ganó el Golden Globe y estuvo nominada a los Oscars por su sensible interpretación. El filme cuenta la historia de Eunice Paiva, quien debe criar y proteger a sus cinco hijos tras la detención de su esposo, Rubens Paiva, durante la dictadura de Brasil en los años 70.
Después de su detención, se desconocía el paradero de Rubens, por lo que Eunice tuvo que asumir sola la crianza de sus hijos en medio de un contexto marcado por la violencia y la incertidumbre. Eunice, a la par, busca respuestas sobre Rubens, pero se da cuenta de que muchas personas de su país viven una situación similar a la suya, y que es un entorno peligroso, pues la vida de muchas personas estaba en riesgo.

La historial real detrás de la película
Marcelo Ruvens Paiva escribió en ‘Aún estoy aquí’ la historia real de la desaparición de su padre, quien, como en la película, fue arrestado en Brasil en tiempos de la dictadura, debido a sus convicciones políticas. El libro, además, tuvo la motivación de hacer una especie de denuncia sobre lo que sucedió durante la dictadura militar, y sobre los cientos de casos de desapariciones que sucedieron en Brasil durante esos años.

Rubens Paiva fue un ingeniero y congresista que vivía con su esposa e hijos en Brasil. Paiva se oponía a la implementación de una dictadura militar, por lo que tras el golpe de Estado en los años 60, decidió salir del país y vivir en exilio. Sin embargo, meses después, regresó a Río de Janeiro para poder reunirse con su familia y trabajar como ingeniero en medio de la lucha contra la dictadura.
En 1971, los militares arrestaron a Rubens junto a su esposa Eunice y a una de sus hijas, Eliana, quien solo tenía 15 años. Todo esto bajo la sospecha de su conexión a la oposición. Al día siguiente, Eliana fue liberada, mientras que su madre estuvo detenida varios días en aislamiento. Al salir e intentar saber sobre Rubens, se enteró de que los militares alegaban que la guerrilla se lo había llevado, algo que ella nunca creyó.
Según el reporte de la BBC, tuvieron que pasar años para que la familia finalmente supiera qué había pasado con Rubens Paiva, pues había sido torturado y murió a causa de sus heridas dos días después de su detención. Su cuerpo nunca pudo ser recuperado. Además, el caso de Paiva no sería aislado, pues, más de 450 personas desaparecieron entre los años 60 y 80 bajo las mismas circunstancias y sus familiares tampoco tuvieron acceso a reclamar por sus cuerpos.

Walter Salles explicó en una entrevista para Sony Pictures que, “Cuando empezamos esto, nosotros creíamos que estábamos haciendo una película que de alguna manera reflejara una pequeña parte de nuestro pasado que no había sido capturada por la cámara y luego nos dimos cuenta de que es algo que ocurre actualmente y tal vez se trate del futuro”. De esta forma, esclareció el verdadero propósito de la cinta y su peso en el bagaje cultural de su país.
Además, Salles ya tenía cercanía la historia de la familia Paiva, pues es amigo cercano de la hermana de Marcelo Ruvens Paiva, lo que hizo que pueda conocer de primera mano a los protagonistas de la historia, así como su resiliencia y compromiso con el país.
El legado de la película para Brasil
Es así como ‘Aún estoy aquí’ narra la historia de una familia que vivió el terror y la represión en carne propia, y que tuvo que encontrar la manera de sobrevivir en medio de un contexto hostil y cruel en busca de la verdad. La adaptación del libro al cine y su gran acogida en premiaciones de renombre como los Globos de Oro y los Oscars, marca la visibilidad y reivindicación de las heridas que tiene Brasil como nación y, además, aviva el espíritu de lucha en la búsqueda de respuestas y libertad.