Una de las categorías de los Oscars 2024 cuyo ganador está bastante cantado, según algunos, es la de Mejor Documental. Aunque le tenemos muchísimo cariño a ‘La memoria infinita’, lo más probable es que ’20 días en Mariupol’ se lleve esa estatuilla. Acompáñanos a descubrir por qué.
Una ciudad humeante, edificios descalabrados, personas corriendo en las calles desesperadas y desorientadas. Una densa capa de nubes cubre Mariupol, haciendo aun más lóbrego el ambiente. Nos encontramos en uno de los primeros territorios ucranianos que fueron sacudidos por los ataques de Rusia, dando inicio a una de las guerras más importantes de nuestros tiempos. Gracias a la valentía de un equipo de reporteros, en ’20 días en Mariupol’ podemos ver, a través de sus cámaras, cómo es que una próspera ciudad colapsa.
Mstyslav Chernov. el director del filme, era periodista para la agencia Associated Press (AP), y había estado cubriendo las querellas entre Ucrania y Rusia desde hacía años hasta que todo escaló en 2022. Mariupol, al ser una ciudad ubicada en una zona estratégica, era uno los blancos tentativos de la ofensiva rusa, y es por ello que Chernov y sus compañeros se trasladaron hacia allá, para cubrir la guerra. Mas ni él se imaginaba lo cruentos que serían esos días de intentos de ocupación y lo valiosas que serían sus filmaciones.
El valor histórico de ’20 días en Mariupol’
El documental tiene un tono ciertamente periodístico. Es directo, crudo y doloroso de ver porque esta es, precisamente, la intención de Chernov: mostrar la tragedia que significa una guerra y contar la historia de las víctimas. En el filme se desmienten varias alegaciones del gobierno ruso y se muestra lo que ocurrió durante la invasión, sin más ni menos. Tener un registro de lo sucedido en días de guerra es algo sumamente inusual y meritorio. Sin duda, esta es una de las razones por las que este documental es tan valioso, no solo a nivel cinematográfico, sino también histórico.
Ahora, para haber conseguido ese material, los cineastas/periodistas arriesgaron sus vidas al punta de estar ocultos, temblando, en un edificio bajo pleno bombardeo. Este es igualmente es un motivo por el cual se han hecho con múltiples reconocimientos, y con toda la razón del mundo.
El carácter de denuncia y el poderoso mensaje
El narrador del documental no tiene que enunciar el propósito de la película porque sus protagonistas lo dicen, directa e indirectamente. Los testimonios, equilibrados entre los desplazados, heridos, médicos, policías, entre otros; arman un coro que pide al mundo que voltee a verlos y los ayuden. Si hay una historia que tenía que ser contada, esa es la de estas personas inocentes que presenciaron un cataclismo que derrumbó sus vidas y sueños en cuestión de días.
No hace falta ser miembro de la Academia o crítico de cine para ver que ’20 días en Mariupol’ es una obra única en su especie, y que su sola producción ya constituye un mérito que debería ser reconocido. Es por eso que muchos la designan ya como la ganadora de ‘Mejor Documental’. Sin embargo, quizás tengamos alguna sorpresa este domingo, todo es posible. Esperemos, pues, con los dedos cruzados.